Había una vez un zorro llamado Zorrito que vivía en un bosque con sus amigos animales. A pesar de ser astuto y veloz, Zorrito siempre se sentía insatisfecho y ansioso. Un día, decidió abandonar el bosque y buscar la verdadera felicidad en otro lugar.
Después de caminar durante días, Zorrito finalmente llegó a un hermoso jardín lleno de flores y frutas deliciosas. Al principio, el zorro estaba encantado con el lugar y disfrutó de todas las comodidades que el jardín tenía que ofrecer. Pero a medida que pasaban los días, Zorrito comenzó a darse cuenta de que a pesar de tener todo lo que podría desear, todavía no era feliz.
Entonces, el zorro decidió hablar con el dueño del jardín, un sabio anciano llamado Sabio. "Sabio", dijo Zorrito, "he venido a este hermoso jardín en busca de la verdadera felicidad, pero a pesar de tener todo lo que deseo, aún no la encuentro. ¿Qué puedo hacer para ser verdaderamente feliz?"
Sabio sonrió y le dijo al zorro: "Zorrito, la verdadera felicidad no se encuentra en cosas externas como el jardín hermoso que ves aquí. La verdadera felicidad viene de dentro, de la aceptación y gratitud de uno mismo y de lo que ya se tiene. Si aprendes a ser agradecido y a aceptarte tal como eres, encontrarás la verdadera felicidad".
Zorrito reflexionó sobre las palabras del Sabio y comenzó a darse cuenta de que había estado buscando la felicidad en el lugar equivocado todo el tiempo. Regresó al bosque y comenzó a aprender a ser agradecido y a aceptarse tal como era. Y a medida que hacía esto, se dio cuenta de que había encontrado la verdadera felicidad que había estado buscando.
A partir de entonces, Zorrito se convirtió en el animal más feliz del bosque y disfrutó de su vida al máximo, agradecido por todo lo que tenía y aceptándose tal como era. Y espera que todos puedan hacer lo mismo para encontrar la verdadera felicidad en sus vidas.
